Se suspendió el juicio contra el represor Víctor Enrique Rei, apropiador de un hijo de desaparecidos entrerrianos
Una nueva resolución del Tribunal Oral Federal Número 6 de Capital suspendió el inicio del juicio que debía haber comenzar el 2 de junio contra el represor Víctor Enrique Rei, un oficial retirado de inteligencia de Gendarmería Nacional, por la apropiación del hijo de los desaparecidos entrerrianos Liliana Clelia Fontana y Pedro Fabián Sandoval (foto).
Luego de cinco años de instrucción y de varias cuestiones de competencia que demoraron aún más el avance de la causa, el juicio oral contra Víctor Enrique Rei fue suspendido por los camaristas José Martínez Sobrino, María del Carmen Roqueta y Adriana Palliotti que, si bien convalidaron el allanamiento que permitió establecer la identidad de Alejandro Sandoval como el joven apropiado, a pedido de éste ordenaron una nueva pericia en el Banco Nacional de Datos Genéticos y el Cuerpo Médico Forense.
Durante la investigación efectuada, en la que Abuelas de Plaza de Mayo intervino como parte querellante, pudo comprobarse que el joven apropiado es en verdad el hijo del matrimonio conformado por Liliana Clelia Fontana –nacida en Viale– y Pedro Fabián Sandoval –oriundo de Nogoyá–, ambos desaparecidos.
Liliana y Pedro fueron secuestrados el 1° de julio de 1977 en su domicilio de Caseros. Ella estaba embarazada de dos meses y medio. Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que ambos estuvieron detenidos en el centro clandestino de detención conocido como Club Atlético y que Liliana tuvo un varón.
El de Alejandro Sandoval es un caso en el que, debido a la negativa del joven a efectuarse un análisis de ADN, la justicia ordenó realizar un allanamiento para recoger objetos personales de su domicilio a fin de extraer las muestras de ADN necesarias para determinar su verdadera identidad. El 14 de julio de 2006 se obtuvieron los resultados que confirmaron el vínculo biológico con Pedro y Liliana. Es el primer caso que llega a juicio oral después de haberse arribado a los resultados mediante un allanamiento.
Víctor Enrique Rei fue jefe de inteligencia de la agrupación Formosa de Gendarmería Nacional desde 1973, después de haber desarrollado un curso de inteligencia y contra-inteligencia en la Escuela de las Américas, en Panamá, recibiendo por ello una insignia que lo nombra miembro honorario de inteligencia del Ejército de los Estados Unidos.
Ocupaba ese cargo cuando comenzó la persecución a Pedro Sandoval, responsable de la organización FR-17. En ese entonces, el Destacamento de Gendarmería de Formosa intervenía directamente en la represión.
En 1977 fue nombrado subjefe de inteligencia a nivel nacional de esa fuerza, y enviado de vuelta a Buenos Aires. A principios de 1978 fue adscripto al Comando I del Primer Cuerpo del Ejército, con funciones de inteligencia dentro del Cuerpo Móvil Número 1 de Gendarmería.
Bajo el mando de Carlos Guillermo Suárez Mason, Rei participó de las detenciones ilegales de numerosas personas vinculadas al Banco de Hurlingham, quienes fueron privados de la libertad en Campo de Mayo. Existen numerosos testimonios en diversas causas judiciales en los que se reconoce a Rei como uno de los responsables de estos hechos, pese a lo cual nunca fue juzgado por los mismos.
Antes de la dictadura había participado del Operativo Independencia en Tucumán, luego estuvo destinado a la seguridad del Mundial de Fútbol de 1978 y después se desempeñó en la Dirección de Operación e Inteligencia de Gendarmería. Posteriormente cumplió funciones como segundo jefe del Escuadrón de Concepción del Uruguay.

Luego de cinco años de instrucción y de varias cuestiones de competencia que demoraron aún más el avance de la causa, el juicio oral contra Víctor Enrique Rei fue suspendido por los camaristas José Martínez Sobrino, María del Carmen Roqueta y Adriana Palliotti que, si bien convalidaron el allanamiento que permitió establecer la identidad de Alejandro Sandoval como el joven apropiado, a pedido de éste ordenaron una nueva pericia en el Banco Nacional de Datos Genéticos y el Cuerpo Médico Forense.
Durante la investigación efectuada, en la que Abuelas de Plaza de Mayo intervino como parte querellante, pudo comprobarse que el joven apropiado es en verdad el hijo del matrimonio conformado por Liliana Clelia Fontana –nacida en Viale– y Pedro Fabián Sandoval –oriundo de Nogoyá–, ambos desaparecidos.
Liliana y Pedro fueron secuestrados el 1° de julio de 1977 en su domicilio de Caseros. Ella estaba embarazada de dos meses y medio. Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que ambos estuvieron detenidos en el centro clandestino de detención conocido como Club Atlético y que Liliana tuvo un varón.
El de Alejandro Sandoval es un caso en el que, debido a la negativa del joven a efectuarse un análisis de ADN, la justicia ordenó realizar un allanamiento para recoger objetos personales de su domicilio a fin de extraer las muestras de ADN necesarias para determinar su verdadera identidad. El 14 de julio de 2006 se obtuvieron los resultados que confirmaron el vínculo biológico con Pedro y Liliana. Es el primer caso que llega a juicio oral después de haberse arribado a los resultados mediante un allanamiento.
Víctor Enrique Rei fue jefe de inteligencia de la agrupación Formosa de Gendarmería Nacional desde 1973, después de haber desarrollado un curso de inteligencia y contra-inteligencia en la Escuela de las Américas, en Panamá, recibiendo por ello una insignia que lo nombra miembro honorario de inteligencia del Ejército de los Estados Unidos.
Ocupaba ese cargo cuando comenzó la persecución a Pedro Sandoval, responsable de la organización FR-17. En ese entonces, el Destacamento de Gendarmería de Formosa intervenía directamente en la represión.
En 1977 fue nombrado subjefe de inteligencia a nivel nacional de esa fuerza, y enviado de vuelta a Buenos Aires. A principios de 1978 fue adscripto al Comando I del Primer Cuerpo del Ejército, con funciones de inteligencia dentro del Cuerpo Móvil Número 1 de Gendarmería.
Bajo el mando de Carlos Guillermo Suárez Mason, Rei participó de las detenciones ilegales de numerosas personas vinculadas al Banco de Hurlingham, quienes fueron privados de la libertad en Campo de Mayo. Existen numerosos testimonios en diversas causas judiciales en los que se reconoce a Rei como uno de los responsables de estos hechos, pese a lo cual nunca fue juzgado por los mismos.
Antes de la dictadura había participado del Operativo Independencia en Tucumán, luego estuvo destinado a la seguridad del Mundial de Fútbol de 1978 y después se desempeñó en la Dirección de Operación e Inteligencia de Gendarmería. Posteriormente cumplió funciones como segundo jefe del Escuadrón de Concepción del Uruguay.
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