martes, 23 de septiembre de 2008

El médico imputado por robo de bebés intentó suicidarse en la cárcel de Paraná

El médico Juan Antonio Zaccaría, imputado en la causa por robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná durante la dictadura, fue trasladado de urgencia al Hospital San Martín después de ser hallado colgado en la celda que ocupaba en la Unidad Penal Número 1 de Paraná, en un presunto intento de suicidio, según indicaron fuentes penitenciarias.
Si bien el médico del Servicio Penitenciario consignó en su informe que Zaccaría había sufrido una descompensación por un cuadro de diabetes, los profesionales que lo atendieron en el Hospital San Martín decidieron dar aviso a la jueza federal de Paraná, Myiriam Galizzi, después de constatar una importante marca alrededor del cuello del imputado, que se relacionaría con un presunto intento de suicidio.
Mientras el profesional se recuperaba en el nosocomio acompañado por su esposa e hijos, la jueza Galizzi se presentó en la unidad penal para inspeccionar la celda que compartía con otros dos internos, uno de los cuales fue quien lo encontró desmayado y, al parecer, colgado de una sábana o un cinto –no se dieron precisiones al respecto–; mientras que el otro gozaba de una salida transitoria.
El director del Servicio Penitenciario, Horacio Pascual, precisó que “la primera persona que encontró a Zaccaría fue un compañero de celda, que dio aviso a un celador y luego se llamó al médico del penal”, y acotó que el imputado por delitos de lesa humanidad “compartía la celda con dos internos más. Uno estaba con una salida transitoria y el otro realizando actividades laborales dentro del penal, y al regreso se encontró con esta situación”, y acotó que la decisión de mantenerlo acompañado obedece a que “en la unidad penal se hace muy difícil tener internos solos, en función de la estructura edilicia que tenemos y la cantidad de gente; y porque ante la delicadeza de la causa, no puedan estar solos y se selecciona algún interno con el que pueda convivir”.
Pascual aseveró que “luego quedó a disposición de los médicos del hospital y en su revisión, pudieron observar que había un intento de ahorcamiento, lo que hizo que nosotros de esa manera preserváramos el ámbito y dimos aviso al Juzgado Federal y a la Policía Científica para hacer los peritajes correspondientes”.
Una vez que recuperó la luceidez, Zaccaría se negó a tomar la medicación e ingerir alimentos, pero retomó la posibilidad de comunicarse con su familia. Si bien aseguró no recordar lo que le sucedió, la directora del Hospital San Martín, Sandra Roland, reconoció que este cuadro es poco común, pero podría ser cierto teniendo en cuenta que sufrió la falta de irrigación de sangre al cerebro.
El médico había sido procesado el 3 de septiembre pasado acusado por el delito de sustracción de menores y sustitución de su identidad, ya que era jefe del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital Militar entre marzo y abril de 1978, cuando se produjo el traslado de Raquel Negro desde el centro clandestino de detención Quinta de Funes, en las afueras de Rosario, hasta el nosocomio castrense para dar a luz.
En la declaración que brindó en los primeros días de mayo pasado, el profesional había dicho que en aquel momento no estaba en el Hospital Militar, que cuando llegó se encontró con una incubadora vacía y que le dijeron que un bebé que había nacido con complicaciones había sido trasladado a una clínica pediátrica privada y aseguró desconocer el destino que se dio a los mellizos que dio a luz Raquel Negro.

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