martes, 4 de marzo de 2008

Piden la detención de todo el grupo de tareas acusado del robo de bebés en el Hospital Militar de Paraná

Los abogados querellantes en la causa en la que se investiga el robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura, solicitaron que se impute y se cite a prestar declaración indagatoria a once ex integrantes de los servicios de Inteligencia del Segundo Cuerpo del Ejército y que nueve de ellos sean detenidos -los otros dos están presos en Rosario-.
La solicitud fue presentada ante la jueza federal de Paraná, Myriam Galizzi, a partir de la declaración del represor Eduardo Rodolfo Costanzo (foto), y comprende al teniente coronel Marino González, un ex agente del Destacamento 122 de Inteligencia al que se conoce con el alias de Pepe y que viviría en Santa Fe; Walter Salvador Pagano, que está detenido en Rosario; Juan Daniel Amelong, otro represor detenido en Rosario; Daniel Porra, alias El Puma; Ariel López, conocido como Aldo, Andrés Cabrera, que utilizaba el apodo de El Barba; Alberto Enrique Pelliza; Carlos Puccini, alias Carlitos; Francisco Cilabra; una persona de apellido Troncoso, alias Torre; y otra de apellido Ruscoe, al que conocían como Barbeta y estaría viviendo en Posadas. Con excepción de Pagano y Amelong, ya detenidos, se pidió que los otros sean apresados.
Los abogados Marina Barbagelata, Marcelo Baridón y Gamal Taleb argumentaron el pedido de detención por “lo sucedido con Paúl Navone”, quien apareció muerto en la localidad cordobesa de Ascochinga el mismo día que debía declarar en la capital entrerriana, y “con el objeto de evitar que esto se repita, o que con cualquier otra metodología se impida el accionar de la Justicia”.
En la presentación se indicó que la sustracción de los bebés mellizos de la detenida-desparecida Raquel Negro, y la sustitución de su identidad, “no se hubiera podido realizar sin el aporte que al plan específico hicieron” los militares mencionados. Para esto se basó en el testimonio que Costanzo dio como testigo en esta causa y afirmó que el operativo estuvo a cargo del “mayor Navone, del Hospital Militar de Paraná, adonde era trasladada por ser el único hospital militar de la zona, y coordinado por Marino González que era el que organizaba las guardias”. Los otros militares denunciados habrían integrado el grupo de tareas.
Costanzo declaró que todas esas personas, junto a Navone, fueron integrantes del grupo de tareas encargado del traslado de Negro al Hospital Militar de Paraná desde el centro clandestino de detención conocido como Quinta de Funes, de su custodia y control, así como de determinar el destino de los niños luego del parto.
En otro párrafo del escrito se consignó que en la jurisdicción del Ejército correspondiente a Paraná, durante febrero y marzo de 1978, “el principal responsable militar era el general Juan Carlos Ricardo Trimarco, por ser el comandante de la Segunda Brigada de Caballería Blindada”.
También se destacó que el robo de los hijos de Negro “fue un hecho dentro de un plan sistemático, planificado, organizado y dinamizado por Trimarco, en el que a todas las mujeres embarazadas detenidas se les sustraían sus bebés y a ellos se les sustituía su identidad. Trimarco fue el autor mediato de esos delitos, ya que impartía las órdenes a los autores inmediatos o materiales”, es decir, el grupo de tareas cuya detención se solicita.

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