jueves, 13 de marzo de 2008

Los represores Amelong y Pagano se negaron a declarar pero dijeron ser inocentes en la causa por robo de bebés

Los represores Juan Daniel Amelong (foto superior) y Walter Salvador Pagano (foto inferior) se abstuvieron de declarar ante la jueza federal Myriam Galizzi, que investiga el robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura. Ambos llegaron trasladados desde la cárcel de Marcos Paz, donde cumplen arresto por violaciones a los derechos humanos en Rosario. En el caso de Amelong dijo que prestará testimonio una vez que vea el expediente y conozca las pruebas en su contra; en tanto, Pagano dijo ser inocente.
El teniente coronel retirado y abogado Juan Daniel Amelong está acusado del delito de sustracción de menores y sustitución de identidad, después que su compañero de armas Eduardo Costanzo los señalara como uno de los integrantes del grupo de tareas que trasladó y custodió a la detenida-desaparecida Raquel Negro desde el centro clandestino de detención Quinta de Funes hasta el Hospital Militar de Paraná para que dé a luz entre febrero y marzo de 1978. Según el relato de Costanzo, Amelong y Pagano dejaron a uno de los bebés que tuvo Raquel Negro, una nena, frente a un convento de Rosario.
Amelong es un hombre delgado de 56 años. Vestía un traje negro y llevaba un libro en sus manos esposadas. Lo custodiaban dos efectivos de la Policía Federal que lo acompañaron desde la cárcel de Marcos Paz, donde está detenido por orden de la Justicia Federal de Rosario en el marco de la causa contra el represor Pascual Guerrieri, quien comandaba el centro clandestino de detención Quinta de Funes, imputado por el secuestro y posterior asesinato de 14 militantes montoneros, entre ellos los entrerrianos Oscar Daniel Capella y Miguel Ángel Tosetti y Pedro Retamar.
Ante la jueza, Amelong se abstuvo de declarar argumentando que desconocía el expediente, pero dijo que prestará testimonio una vez que vea cuáles son los elementos en su contra y analice en profundidad los hechos que se le imputan. Sin embargo, fuentes de la investigación dejaron trascender que fuera del despacho de la jueza negó su participación en el hecho. “Además de militar es abogado y por esa razón quería saber cuál era la imputación. Está dispuesto a declarar total y absolutamente”, dijeron fuentes judiciales. En esta causa, es asistido por el defensor oficial Juan Carlos Ferrari.
Juan Daniel El Flaco Amelong fue procesado en junio de 2004 por varios secuestros y desapariciones ocurridas en la Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu, donde hoy funciona la Jefatura de Policía rosarina. Está acusado por las desapariciones de Ariel Morandi, Susana Miranda e Hilda Cardozo y la privación ilegítima de la libertad de Ramón Verón, Juan Antonio Rivero, Adriana Arce y Olga Moyano. Además, está acusado por secuestros torturas y desaparición en la Quinta de Funes. En enero, el represor Eduardo Costanzo dijo que Amelong había intentado asesinarlo: “Cuando estaba detenido en el Batallón 121 me quiso matar dos veces. La denuncia está en el Juzgado Federal a cargo de (Germán) Sutter Schneider y no se hizo nada, a pesar de que había testigos como los soldados. Y ahora están buscando cómo me sacan de mi casa para mandarme a una cárcel para que me maten, y me pase lo mismo que le pasó a (Héctor) Febres, porque lo que ellos pretenden es que no llegue al juicio oral”, señaló.
Amelong es también el dueño de la casa donde funcionó el centro clandestino de detención La Intermedia, en la autopista Rosario-Santa Fe. Hasta allí fueron trasladados los detenidos en la Quinta de Funes una vez que se frustró la Operación México, en la que Tulio Tucho Valenzuela -pareja de Raquel Negro y padre de los mellizos que esperaba- debía facilitar el asesinato o encarcelamiento de la cúpula de Montoneros que estaba exiliada en aquel país. Cuando el propio Valenzuela denunció la operación en los medios, los militares decidieron trasladar a los presos políticos desde la Quinta de Funes hasta La Intermedia, donde habrían sido asesinados, según el relato del represor Costanzo.
Al día siguiente fue el turno de Walter Salvador Pagano, quien siguió una estrategia similar a la usada por la mayoría de los imputados por crímenes de lesa humanidad, es decir negó absolutamente los delitos que se le imputan y dijo que es inocente. Ex integrante del Servicio de Inteligencia Destacamento 121 de Rosario también fue imputado luego de que Costanzo lo mencionara como miembro del grupo de tareas que trasladó y custodió a Raquel Negro.
El ex agente de Inteligencia, de 61 años, también está detenido en la cárcel de seguridad de Marcos Paz por disposición de la Justicia Federal de Rosario, al igual que Amelong, por los crímenes cometidos en la Quinta de Funes.
Estuvo 45 minutos reunido con su defensor oficial, Juan Carlos Ferrari, y luego se declaró inocente ante la jueza Galizzi. “Hizo una breve declaración. Contradijo algunas declaraciones que le imputan. Él niega tener participación en los hechos de sustracción (de menores) y sustitución (de identidad). Eso es todo. Se limitó a hacer una breve declaración, pero no contestó preguntas”, contó a la salida de tribunales el defensor oficial. Ferrari también señaló que Pagano negó haber cumplido funciones en la capital entrerriana durante la dictadura: “Dijo que vino como referente de Ítalo Argentino Luder en 1986 y que esta era la segunda vez que estaba acá”.

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