Humor como resistencia
Uno de los objetivos del golpe de Estado de 1976 fue el desmembramiento minucioso de cualquier espacio colectivo y público de vida común, fijando a cada individuo en un cuerpo aislado, encerrado en sí mismo. A través de políticas de terror y miedo se fue edificando un tipo de sujeto no sólo aislado de todo ámbito de construcción colectiva sino también disociado de sí mismo. La tortura, la incomunicación, el aislamiento que sufrieron miles de militantes a lo largo de todo el país buscaban, además, separar a la persona de sí misma, enajenarla, subdividirla en cientos de partes inconexas.
En esas condiciones, muchos presos y perseguidos políticos encontraron en el humor, en la risa compartida, una forma de resistir, de preservarse cada día ante el terror desatado por los militares. De pocas cosas dispone cualquier persona en todo momento para demostrarse a sí misma y a los demás que está viva, que sigue perteneciendo al género humano. Y tal vez, la principal de ellas sea la risa. El chiste, la risa, la carcajada no sólo confirman la integridad de la persona sino que vuelven a tejer los lazos que la unen a su comunidad a través de los códigos comunes que encierra un determinado humor compartido.
La risa fue una de las principales herramientas de resistencia de miles de presos políticos “legales” y secuestrados; de perseguidos; exiliados y militantes populares durante la última dictadura militar. Estamos tratando de reconstruir la trama de esa resistencia y, junto con ella, parte de la historia de una generación que a pesar de los campos de concentración, la tortura y la desaparición de miles de compañeros sigue hoy convencida de que la risa es un arma fundamental en la lucha por un mundo mejor.
Compañeros/as: La memoria, todos sabemos, es una de las bases de construcción del país que todos pretendemos. No se puede edificar absolutamente nada desde el olvido y la inconsciencia. Esta idea de Humor como resistencia, solamente pretende rescatar modestamente desde la memoria, la calidad y la altura de la militancia en una etapa de nuestra historia. Se luchó y se lucha por un modelo de sociedad diferente, más justo y equilibrado, por un país para todos. Esa militancia que queremos resaltar fue la de la entrega, de amor por su pueblo, con objetivos, con proyectos y especialmente con mucha alegría. Recordar las anécdotas, historias de la militancia, de la resistencia en las calles, en las cárceles, en el exilio, desde la óptica de esa alegría con que se luchaba y se lucha, con bromas, con sensibilidad y con mucho humor, permitirá dejar un mensaje de construcción a las nuevas generaciones. La lucha de esas generaciones continúa, desde cualquier frente. El proyecto de un país diferente sigue siendo la motivación para seguir caminando. Este es un frente más que, aunque modesto, pretende rescatar esa memoria colectiva. Si tenés alguna anécdota para contar, por más sencilla e insignificante que te parezca, no la dejes pasar, escribila con tus palabras, publicala o enviala, que no se pierda en el olvido. Un abrazo.
Correo: mailto:humorcomoresistencia@yahoo.com.ar

En esas condiciones, muchos presos y perseguidos políticos encontraron en el humor, en la risa compartida, una forma de resistir, de preservarse cada día ante el terror desatado por los militares. De pocas cosas dispone cualquier persona en todo momento para demostrarse a sí misma y a los demás que está viva, que sigue perteneciendo al género humano. Y tal vez, la principal de ellas sea la risa. El chiste, la risa, la carcajada no sólo confirman la integridad de la persona sino que vuelven a tejer los lazos que la unen a su comunidad a través de los códigos comunes que encierra un determinado humor compartido.
La risa fue una de las principales herramientas de resistencia de miles de presos políticos “legales” y secuestrados; de perseguidos; exiliados y militantes populares durante la última dictadura militar. Estamos tratando de reconstruir la trama de esa resistencia y, junto con ella, parte de la historia de una generación que a pesar de los campos de concentración, la tortura y la desaparición de miles de compañeros sigue hoy convencida de que la risa es un arma fundamental en la lucha por un mundo mejor.
Compañeros/as: La memoria, todos sabemos, es una de las bases de construcción del país que todos pretendemos. No se puede edificar absolutamente nada desde el olvido y la inconsciencia. Esta idea de Humor como resistencia, solamente pretende rescatar modestamente desde la memoria, la calidad y la altura de la militancia en una etapa de nuestra historia. Se luchó y se lucha por un modelo de sociedad diferente, más justo y equilibrado, por un país para todos. Esa militancia que queremos resaltar fue la de la entrega, de amor por su pueblo, con objetivos, con proyectos y especialmente con mucha alegría. Recordar las anécdotas, historias de la militancia, de la resistencia en las calles, en las cárceles, en el exilio, desde la óptica de esa alegría con que se luchaba y se lucha, con bromas, con sensibilidad y con mucho humor, permitirá dejar un mensaje de construcción a las nuevas generaciones. La lucha de esas generaciones continúa, desde cualquier frente. El proyecto de un país diferente sigue siendo la motivación para seguir caminando. Este es un frente más que, aunque modesto, pretende rescatar esa memoria colectiva. Si tenés alguna anécdota para contar, por más sencilla e insignificante que te parezca, no la dejes pasar, escribila con tus palabras, publicala o enviala, que no se pierda en el olvido. Un abrazo.
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