Los primeros peritajes indican que Trimarco no padece Mal de Alzheimer
Las pericias médicas realizadas a Juan Carlos Ricardo Trimarco (foto) revelaron que el represor no padece mal de Alzheimer y que tiene conciencia de lo que pasa a su alrededor, aunque no de lo que sucede en el mundo exterior, según lo determinado por peritos del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación. Esto permitiría que se le tome declaración indagatoria en su domicilio por el robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná durante el cautiverio de sus madres en la última dictadura. De todas maneras, aún resta que los peritos de parte realicen los exámenes. Por otra parte, la titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se sumaría como querellante en la causa.
El neurólogo y el psiquiatra del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación determinaron que Trimarco no padece Alzheimer y que tiene conciencia de lo que pasa a su alrededor, pero no plena conciencia de lo que sucede en el mundo exterior.
Estos estudios habían sido solicitados por la jueza federal subrogante de Paraná, Myriam Galizzi, después que Trimarco no se presentará a declara el 30 de noviembre pasado y entregara, a través de sus abogados, una constancia expedida por el neurólogo Ralph Pikielny, de la Clínica Fleni de Buenos Aires, según la cual padece el Mal de Alzheimer. Ante ello, la magistrada dispuso una serie de medidas a los fines de fijar una nueva audiencia y exhortó a la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, para que “en carácter de urgente y preferente despacho” ordene “un examen mental” al imputado y otro físico y neurológico para “determinar si padece de afecciones cardíacas y/o neurológicas, y en lo específico si se encuentra bajo tratamiento con el diagnóstico de Alzheimer, indicando en caso afirmativo estado de la mencionada enfermedad y tratamiento prescripto”. También se busca corroborar si está en condiciones de declarar y de hacerlo en Paraná.
De todas maneras, todavía falta que realicen sus exámenes los peritos propuestos por los abogados querellantes. El primero en hacerlo, después del 20 de este mes, será Luis María Pirro, presidente de la Asociación de Psiquiatras de Entre Ríos. El equipo se completa con la neuróloga Adriana Lavalle y el cardiólogo Fernando Ariel Di Tommaso.
Trimarco está imputado por sustracción de menores y sustitución de identidad en el caso de los hijos mellizos de Raquel Negro, quien fue traída al Hospital Militar de Paraná desde el centro clandestino de detención que funcionó en la Quinta de Funes, en las afueras de Rosario, para dar a luz a mediados de 1978. La mujer y los chicos permanecen desaparecidos. Según las investigaciones, el varón habría muerto poco después de nacer y la nena habría sido dejada en la puerta de un convento rosarino por dos represores, según declaró el compañero de armas Eduardo Tucu o Tucumano Costanzo, un ex agente de Inteligencia del Ejército que dio testimonio en Paraná el 27 de noviembre pasado.
Costanzo individualizó a las personas que organizaron e intervinieron en el operativo de traslado de Negro. Se trata de Walter Pagano, ex agente civil de Inteligencia del Ejército, y el teniente coronel retirado Daniel Amelong. Ellos fueron, según el relato, quienes dejaron a la hija de Negro en la puerta de un convento u orfanato rosarino. Pagano fue, además, uno de los que custodiaba a Raquel Negro mientras estaba detenida en la Quinta de Funes e incluso durante su estadía en el Hospital Militar de Paraná. Ambos están presos en Rosario, aunque por los crímenes cometidos en la Quinta de Funes.
La causa se inició en mayo de 2005, a partir de la denuncia presentada en el Juzgado Federal de Paraná por Sebastián Álvarez, hijo de Raquel Negro, con el patrocinio de los abogados Marina Barbagelata, Marcelo Baridón y Gamal Taleb. Sin embargo, una vez que se reinicien las actividades tras la feria judicial se sumaría a la querella la titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Fuente: Diario Uno de Entre Ríos.

El neurólogo y el psiquiatra del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación determinaron que Trimarco no padece Alzheimer y que tiene conciencia de lo que pasa a su alrededor, pero no plena conciencia de lo que sucede en el mundo exterior.
Estos estudios habían sido solicitados por la jueza federal subrogante de Paraná, Myriam Galizzi, después que Trimarco no se presentará a declara el 30 de noviembre pasado y entregara, a través de sus abogados, una constancia expedida por el neurólogo Ralph Pikielny, de la Clínica Fleni de Buenos Aires, según la cual padece el Mal de Alzheimer. Ante ello, la magistrada dispuso una serie de medidas a los fines de fijar una nueva audiencia y exhortó a la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, para que “en carácter de urgente y preferente despacho” ordene “un examen mental” al imputado y otro físico y neurológico para “determinar si padece de afecciones cardíacas y/o neurológicas, y en lo específico si se encuentra bajo tratamiento con el diagnóstico de Alzheimer, indicando en caso afirmativo estado de la mencionada enfermedad y tratamiento prescripto”. También se busca corroborar si está en condiciones de declarar y de hacerlo en Paraná.
De todas maneras, todavía falta que realicen sus exámenes los peritos propuestos por los abogados querellantes. El primero en hacerlo, después del 20 de este mes, será Luis María Pirro, presidente de la Asociación de Psiquiatras de Entre Ríos. El equipo se completa con la neuróloga Adriana Lavalle y el cardiólogo Fernando Ariel Di Tommaso.
Trimarco está imputado por sustracción de menores y sustitución de identidad en el caso de los hijos mellizos de Raquel Negro, quien fue traída al Hospital Militar de Paraná desde el centro clandestino de detención que funcionó en la Quinta de Funes, en las afueras de Rosario, para dar a luz a mediados de 1978. La mujer y los chicos permanecen desaparecidos. Según las investigaciones, el varón habría muerto poco después de nacer y la nena habría sido dejada en la puerta de un convento rosarino por dos represores, según declaró el compañero de armas Eduardo Tucu o Tucumano Costanzo, un ex agente de Inteligencia del Ejército que dio testimonio en Paraná el 27 de noviembre pasado.
Costanzo individualizó a las personas que organizaron e intervinieron en el operativo de traslado de Negro. Se trata de Walter Pagano, ex agente civil de Inteligencia del Ejército, y el teniente coronel retirado Daniel Amelong. Ellos fueron, según el relato, quienes dejaron a la hija de Negro en la puerta de un convento u orfanato rosarino. Pagano fue, además, uno de los que custodiaba a Raquel Negro mientras estaba detenida en la Quinta de Funes e incluso durante su estadía en el Hospital Militar de Paraná. Ambos están presos en Rosario, aunque por los crímenes cometidos en la Quinta de Funes.
La causa se inició en mayo de 2005, a partir de la denuncia presentada en el Juzgado Federal de Paraná por Sebastián Álvarez, hijo de Raquel Negro, con el patrocinio de los abogados Marina Barbagelata, Marcelo Baridón y Gamal Taleb. Sin embargo, una vez que se reinicien las actividades tras la feria judicial se sumaría a la querella la titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Fuente: Diario Uno de Entre Ríos.
1 comentario:
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